ENFERMEDAD METABÓLICA ÓSEA EN REPTILES (EMO)
Se le llama enfermedad metabólica ósea a un grupo de patologías que alteran la integridad y funcionamiento de los huesos. Muchas de las enfermedades metabólicas óseas afectan de igual forma a los animales y a las personas.
En el caso de herpetofauna no se debe de nombrar solamente como “enfermedad metabólica ósea”, sino añadir siempre el origen de la misma, ya sea “nutricional” o “renal”. Entonces nos referiremos a las mismas como Enfermedad Metabólica Ósea Nutricional (EMON) o Enfermedad Metabólica Ósea Renal (EMOR).
La hiperparatiroidismo secundaria nutricional (HPSN) es la enfermedad metabólica ósea más común de los reptiles mantenidos en cautividad.
Enfermedad metabólica de los huesos, por sus siglas en ingles MBD (metabolic bones deficense) enfermedad metabólica ósea (EMO).
Su nombre abarca toda una serie de síntomas que rondan entorno a una correcta alimentación, iluminación y temperatura. La combinación de una serie de factores (causados por un mal cuidado del reptil y falta de información) durante un largo periodo de tiempo, es la causa de esta enfermedad.
- Factores a tomar en cuenta:
• La iluminación: La luz adecuada para un reptil es aquella cuyo espectro contiene radiación UVA y UVB. La radiación UVB, al ser captada por la piel del reptil, activa unas células encargadas de sintetizar la vitamina D3, encargada de la absorción y el uso del calcio procedente de los alimentos. La mejor fuente de luz es sin duda el Sol, en su ausencia, los fluorescentes y lámparas especiales.
• El ratio calcio-fóforo: Los alimentos tienen que tener un ratio total del doble de calcio que de fósforo (2Ca:1P). El calcio es un nutriente esencial, encargado de formar huesos fuertes y relacionado también con las funciones nerviosas. El calcio interacciona con otros elementos como la vitamina D3 y el fósforo, y es regulado por varias hormonas.
• Temperatura: Una temperatura inadecuada impide digerir correctamente los alimentos.
• Los periodos de celo también pueden desarrollar, en las hembras sobre todo, la MBD.
Anolis en copula, los periodos de celo pueden ser factores que sumados a una mala nutrición, conlleve al reptil a una hipocalcemia. Si alguno de estos factores no se tiene en cuenta, tarde o temprano el reptil acabará padeciendo dicha enfermedad. Su rápida aparición depende de que se den todos o sólo uno así como del periodo de tiempo durante el que se den.
• Rotura fácil de los huesos: Muchos dueños no saben que su reptil padece MBD hasta que este se rompe un hueso. La MBD disminuye y deteriora el tejido fibroso conectivo que forma los huesos. De esta manera los huesos son incapaces de soportar la tensión que los músculos ejercen sobre ellos y (por ejemplo cuando una iguana salta o trepa por algún sitio) y acaban por romperse. La rotura de extremidades, dedos y articulaciones es común en esta enfermedad. La rotura de la columna vertebral causa parálisis crónica total o parcial.
• Huesos curvados: Los huesos que no se rompen acaban por deformarse poco a poco. Se aprecian mejor en las extremidades y en la columna (joroba).
• Mandíbulas blandas o deformadas hacia dentro: La mandíbula está formada por tejido esponjoso conectivo, más blando que el fibroso. La MBD causa un debilitamiento de este tejido, el cual se va haciendo más y más blando, e incluso deformándose hacia dentro por la tensión que en él ejercen los músculos masticadores. Por si esto no fuera suficiente, el animal tiene serias dificultades para alimentarse y adquiere además problemas relacionados con la desnutrición.
• Afección nerviosa: La MBD puede afectar también a los nervios, produciendo parálisis parciales en el cuerpo, principalmente en la cola y patas traseras. El individuo es incapaz de moverse con soltura y acaba por permanecer quieto la mayoría del tiempo. Además suele sufrir temblores nerviosos crónicos.
• Otros síntomas relacionados con la MBD son debilidad, letargo, inactividad y falta de apetito.
• Los geckos leopardo son muy susceptibles a contraer esta enfermedad. Podremos saber que un reptil de estos, está falto de calcio si intenta ingerir el sustrato, camina arrastrando el vientre y con dificultad y evita la actividad física. En los casos de EMO más avanzados podremos apreciar las deformaciones óseas (una de las más comunes es que el gecko mantenga siempre la boca abierta, aunque esto también puede deberse a un exceso de calor).
Para esta enfermedad, las lesiones macroscópicas son las más evidentes, son las mismas que se mencionaron en los síntomas, las fracturas de huesos, las malformaciones de los huesos, parálisis de la cola y de los miembros posteriores. Microscópicamente se observan en cortes histológicos de los huesos, un aspecto como de esponja, donde el hueso no debe serlo, que le da la porosidad al hueso.
Este se basa en los síntomas clínicos de la enfermedad, casi todos sus síntomas son característicos, pero en ocasiones es necesario diferenciar esta enfermedad, de cualquier otra patología nerviosa de los reptiles, tomando en cuenta su sintomatología de temblores nerviosos, aunque en los reptiles, las patologías nerviosas son muy raras.
Las radiografías son de gran ayuda para detectar fracturas y poder determinar q tipo de bendaje es el mas preciso para corregirla o si es necesario una intervencion quirurgica. En la imagen un saurio con una fractura a nive femoral, no c trata de una fractura expuesta, por lo tanto puede corregirse con un bendaje q inmobilice el miembro.
Por fortuna, la MBD puede ser reversible si se trata a tiempo. Son muchos los remedios y métodos utilizados, todos dependen del grado en que haya sido afectado el reptil:
• Las extremidades y huesos rotos se inmovilizan y acaban soldándose.
• Se aumenta el aporte de calcio de los alimentos.
• Se procura una mayor exposición a la radiación UVB. (para reptiles diurnos, en caso de reptiles nocturnos se trata la manera de administrar vitamina D3 en la dieta, q es esta la encargada de fijar el calcio a los huesos)
• Se aumenta la temperatura, manteniéndola siempre por encima de los 27ºC.
• Se intenta situar al animal en un terrario en un ambiente relajado, con pocas distracciones y limpio. Un terrario donde el reptil no tenga que moverse demasiado para obtener lo que necesite.
• En ocasiones se hace uso de la terapia de rehabilitación, sobre todo en aquellas articulaciones que han sufrido parálisis temporal y en músculos que han estado inactivos durante largo tiempo.
• Una forma de ayudar a recuperarse a un gecko afectado es ofreciéndole vitamina D3 en su dieta y alguno que otro ratón recién nacido.
En la imagen un saurio comiéndose un ratón “pinki” o recién nacido.
Con el tiempo, el animal vuelve a tener unos huesos fuertes y un apetito normal. Aún así, los huesos curvados, mandíbulas deformadas y jorobas no experimentan cambio alguno. También algunos movimientos que antes se realizaban con normalidad, pueden verse ahora limitados y el dolor puede ser crónico. ¿Por qué permitir esta enfermedad, cuando es tan fácil de evitar? Ningún animal salvaje la ha sufrido nunca, es una enfermedad derivada de un cuidado inapropiado en cautividad.
Esta enfermedad metabólica de los huesos o hipocalcemia, se puede prevenir, suministrándole al reptil, suficiente calcio a su voluntad, por ejemplo en los geckos leopardo, existen ciertos sustratos de marcas comerciales, que estan hechos a base de calcio, tales como el calci-sand o arena de calcio, esto hace que el animal se alimente de calcio cuando quiera, en términos generales, a la hora de administrársele calcio a un reptil, puede hacerse de varias maneras, por ejemplo, en el agua de bebida o en los alimentos, es conveniente, dejar un platito con calcio en polvo, dentro del recinto del reptil, para que este lo consuma a su voluntad.
En la imagen un gecko leopardo, al q se le ha suministrado calcio para reptiles en forma de terron, para todo animal, en la etapa de crecimiento, debe suministrárseles calcio, para un buen crecimiento y desarrollo músculo esquelético.